Para comprender las emociones es preciso conocer
algunas definiciones de reconocidos autores, lo cual nos lleva a indagar por
ejemplo lo que nos menciona De Elorza. “…cada
emoción ofrece una disposición definida a actuar, cada una nos señala casi
mágicamente la dirección que debemos seguir para superar los pasos que la vida
nos pone por delante” (2005, p. 17). Es decir, que la emoción dispone a
las personas para las
circunstancias que se estén viviendo como una señal preventiva o incluso de auxilio.
Por lo que podemos ver que las emociones
son guías a seguir para nuestras vidas, que nos pueden mejorar o empeorar la
vida misma sino las sabemos controlar de una manera adecuada.
Atenuado a la anterior afirmación Bisquerra se refiere a las emociones como “un estado
complejo del organismo que se caracteriza por una excitación o perturbación que
predispone una respuesta organizada”. (2001, p. 17) En otras palabras una
emoción precede a una reacción impide al control personal de sus impulsos.
Como se puede ver las emociones deben ser sumamente controladas, para no
convertirse en una causa de desorden emocional, afectando el entorno de la
persona, así mismo podemos concebir la posición de otro autor el cual menciona
que en las emociones es fundamental
conducir esta emoción hacia funciones fructíferas capaces de estimular acciones
que sean utilizadas como un medio para realizar trabajos que se han convertido
en un obstáculo. Es por ello la importancia de canalizarlas, ya que en muchas
ocasiones las reacciones son violentas y agresivas es por ello la importancia
de realizar un adecuado manejo de las emociones Riso (1997).